Cincuenta sombras de Gregorio

Título: Cincuenta sombras de Gregorio

Autora: Rossella Calabrò

Editorial: Planeta

Páginas: 128

Sinopsis:

Gregorio es la antítesis del Grey de “50 sombras de Grey” que a tantas nos ha hecho suspirar. Gregorio no es apuesto, ni rico, ni misterioso; Tampoco tiene un lado oscuro excitante. No toca el piano, no regala coches y no nos ofrece experiencias inolvidables. ¿Quién es exactamente Gregorio?

Es el hombre que duerme a tu lado. El que ronca en la cama, se pasea por casa enfundado en una camiseta vieja y es un negado para detectar nuestras preocupaciones o para satisfacer nuestros deseos más íntimos. Gregorio es nuestro compañero-marido-amante, el alegre hombre corriente, plagado de defectos con el que nos encontramos cara a cara cuando dejamos de soñar con Grey. Imperfecto hasta decir basta, pero él tiene algo que nunca tendrá Grey: nos hace reír, nos divierte.
 

Opinión:

En cuanto supe de este libro me llamó la atención, parecía divertido y como era cortito quedo apuntado en mi lista para cuando terminara de leer la trilogía de Cincuenta sombras. Han pasado meses desde que la terminé pero como siempre me pasa me lío a leer otros libros y este quedó un poco en el olvido hasta que lo recordé hace unos días, estaba algo aburrida y me puse a leerlo. Habría sido mejor si no me hubiera acordado.

Cincuenta sombras de Gregorio se presenta como un manual para recordar la vida real, que se dedica a comparar a Mr.Grey, -Christian-  el protagonista de la trilogía de E.L.James, un hombre apuesto, perfecto (casi), y rico con Gregorio, que es todo lo contrario. El libro tiene 50 capítulos, llamados "sombras" que cuentan cómo se desenvuelve cada uno en situaciones como discusiones, e-mails, orgasmos y comparaciones como su imagen.  Al empezar a leerlo te dice que compara a un hombre que es fantasía con la realidad, esto era lo que me esperaba del libro y lo que no me he encontrado, además de la diversión que prometía la frase de la portada.

Me parece igual de posible encontrarme a Mr.Grey que a Gregorio, los dos son completamente surrealistas. La autora ha exagerado mucho para mal a su personaje haciendo que sea un completo inútil, tanto que la mayoría de situaciones que se cuentan no me las he creído. Si lo que pretendía era que veamos lo bueno en la vida real no lo ha conseguido al hacer un personaje tan irreal, conmigo a conseguido el efecto contrario, un poco más y empiezo a querer a Christian. No te hace elegir entre un hombre de ficción y uno real sino dos de ficción. El fallo está en intentar poner a Gregorio como si fuera un personaje real, hay novelas con historias que no son creíbles pero al menos no se pretende decir lo contrario, son historias para soñar. Y esta también se queda en eso solo que con un personaje que ni en la ficción tiene encanto.
En su totalidad el libro no ha sido así, reconozco que sí que me he encontrado con algunos capítulos en los que Gregorio parecía alguien que podía ser real pero creo que Christian en algunas cosas también se puede acercar a la realidad por lo que me he quedado igual.

Otro tema es la diversión que prometía el libro, no me ha hecho gracia. La autora se lo ha llevado todo a la exageración y ha caído en un humor poco ingenioso y típico. Me ha sacado un par de sonrisas pero ni una carcajada. Creo que mi cara mientras leía este libro ha sido más una mueca extraña de incredulidad que otra cosa. Con Christian en los libros de Cincuenta sombras sí que me reía y eso que no son libros de humor pero me hace más gracia que se le desmaterialice la ropa.

No ha sido tan horrible pero no ha cumplido con lo que parecía ser. Al menos la autora ha contado lo que quería contar sin estar enrollándose pues en menos de dos horas el libro estaba leído. Los capítulos son muy cortos, hay algunos de hasta cuatro líneas.

Pienso que este libro para entenderlo del todo es mejor leerlo después de la trilogía de la que se ha sacado la idea. No me ha gustado pero como ya se sabe cada persona tiene unos gustos, lo mismo si lo leéis le encontráis el humor que a mí me ha faltado.