Nieve como cenizas

Título: Nieve como cenizas (1/3)

Autora: Sara Raasch

Editorial: Del nuevo extremo

Páginas: 448

Sinopsis:

Hasta la nevisca más fuerte comienza con un solo copo. Hace dieciséis años, un grupo de 8 inverneños consiguió escapar de la derrota de su reino. El relicario que contiene la magia de Invierno fue partido y ellos apenas pueden sobrevivir. Dos jóvenes, una huérfana y el futuro rey, se entrenan para luchar contra la magia oscura de Angra.
Meira está dispuesta a hacer cualquier cosa para recuperar el relicario. Su deseo es convertirse en guerrera y liberar a los inverneños esclavizados de su opresor, pero el destino tiene otros planes, y no solo tiene que pelear contra el enemigo sino también contra sus sentimientos, y animarse a creer en ella misma... y en sus sueños. La fantasía debut de Sara Raasch es un relato vertiginoso de lealtad, amor, y la búsqueda del propio destino. 


Opinión:

Con las ganas que tenía de empezar una saga de fantasía ya podría haber elegido mejor. No he quedado muy contenta con esta historia, tiene sus cosas buenas pero las malas también. Aquí se ha notado lo importante que son los personajes para que una historia sea buena.

Voy a empezar por lo bueno: el mundo que crea la autora con sus reinos estacionales y rítmicos. Se hace muy fácil entender cómo es todo y lo que te explica de la magia y cómo funciona, en pocas páginas ya estaba metida en su mundo. Y además, tiene puntos interesantes como que los habitantes de cada reino tienen sus propias expresiones.

Otra cosa que me ha gustado es que a pesar de ser el primer libro de una trilogía no te deja con todo a medias, la historia ha avanzado.

Y otro punto muy bueno han sido las primeras páginas, y es que ha comenzado muy bien, con acción. Pero esto también tiene su parte mala porque engaña, empieza así de bien para que después no vuelva a haber acción hasta muchas páginas después y los personajes se queden parados. Esta parte sirvió para aprender más de este mundo, pero yo llegué a pensar que sería todo como en las primeras páginas y según leía me iba gustando cada vez menos.

Ya podrían los personajes estar tan bien creados como Primoria. Eso cambiaría mucho mi opinión. En Meira, la protagonista, hay algo que me molesta, la veo como muy forzada. Es la típica protagonista fuerte y que puede con todo pero no me convence. El dilema que tiene sobre hacer lo que quiere o lo que necesitan los demás no queda bien y sus ansias de sentirse importante tampoco me gustan.
Lo bueno que tiene esta chica es su chakram.

No es una novela con mucho romance pero algo ahí. En una parte me dio la impresión de que se estaba yendo más al romance y me extrañó porque no parecía que fuese a ser así. Y es que no debería serlo. El romance es pésimo. Y ya digo que al menos es poco pero mejor que lo que hay no estuviese. En las primeras páginas me gustó pero después cuando ya se forma más el triángulo, si es que se le puede llamar así, de nuevo me encontré que la situación era muy forzada. En lo de poner a pelear a los chicos en plan machitos para que después conozca un poco más a uno me falla algo. Tendría que haber sido al revés, primero que lo conozca y ya que empiecen los líos entre ellos si eso. A los chicos les veo con poca personalidad, aunque algo tienen. Más que otros personajes que son planos a más no poder. Los lazos que hay entre algunos personajes que se acaban de conocer salen de la nada.

Y otro punto muy negativo, que de nuevo tiene que ver con los personajes, es que me vendan a los malos. Yo no quiero que me cuenten lo malos que son y lo que han hecho, o sí, pero lo que necesito es que actúen, que me demuestren por qué los personajes les temen tanto y no sean fáciles de derrotar.

Y ya de paso puedo añadir que es previsible, lo que se descubre ya lo sabía. Solo al final pasa algo que no había pensado pero no es una sorpresa ni aporta nada a la historia. Aun así el fallo no está en que se vea tanto venir todo sino en los personajes.

Aferrarse a una parte de su pasado aunque eso implique aferrarse al dolor de no volver a tenerlo. Ese dolor es menos horrible que el dolor de olvidar.