Un encantamiento de cuervos

 

Título: Un encantamiento de cuervos

Autora: Margaret Rogerson

Editorial: Nocturna

Páginas: 369

Sinopsis:

Todo el mundo sabe que los elfos son tan arrogantes como inmortales y por eso les gusta que se los retrate. Además, ansían el arte de los humanos porque ellos son incapaces de crear algo que transmita vida. Isobel los conoce bien, pues se gana la vida pintando sus rostros.

Pero un día el príncipe del otoño entra en su tienda y, al retratarlo, comete un terrible error: plasma en sus ojos el dolor humano que percibe en su mirada, un rasgo que cualquiera de sus súbditos consideraría una debilidad.

Tras recibir el cuadro, el príncipe regresa convertido en cuervo y la acusa de traicionarlo ante su corte. La única manera de solucionarlo es que Isobel se adentre con él en las tierras del otoño para restaurar su reputación. No obstante, deberá tener cuidado: como afirman los elfos, siempre deseamos lo que tiene el poder de destruirnos.

Opinión: 

Empecé muy entusiasmada con esta novela, las primeras páginas llevaban buen ritmo y estaba deseando saber qué iba a pasar, pero ha terminado siendo una lectura mejorable.

Me ha fallado mucho el worldbuilding. No he conseguido adentrarme del todo en el mundo que crea la autora. Los personajes ya conocen su mundo pero de alguna manera se podría haber explicado al lector. Habría estado bien en la parte en la que los protagonistas viajan que Isobel contase más sobre las cortes de los elfos. A veces decían cosas que parecía que ya las tenía que saber, y sí, al final lo iba pillando pero quedaba raro. Algunas como no se explican no les encuentro sentido. Y otras no sé para que se mencionan si después no tienen ningún tipo de relevancia en la historia. En vez describirme los lugares por los que pasan los personajes y hasta vestidos, hubiera preferido que me hablase de su mundo y de su historia. Además, la historia tenía un punto oscuro que no se llega a explotar. La realidad de los elfos hubiera sido más interesante que leer cómo los retrata la protagonista.

Una parte de la historia ha sido el viaje con algunos momentos de acción y que está para que los protagonistas se conociesen un poco más. Si algo bueno ha tenido es que no sabía a donde iba a ir a parar todo en esta parte. La realidad es que ni los personajes lo saben porque van cambiando de opinión. Después ya se ve venir algunas cosas que pasarán pero la historia no me ha resultado demasiado previsible. Y tampoco el final que ha sido de las mejores partes. Otra de las cosas buenas que ha tenido es que los finales de capítulos eran para seguir leyendo más.

En cuanto a los protagonistas, en un principio me gustaba más Grajo porque tenía su punto de misterio pero al final prefiero a Isobel. Es que Grajo al final no me ha parecido para tanto, me ha faltado que se profundizase más en él y conocer su historia. Se suponía que hay algo distinto en él y realmente no se cuenta apenas nada. Isobel ha sido una protagonista que tiene claro lo que quiere y es la que tiene las ideas para enfrentarse a sus enemigos. El resto de personajes los veo poco perfilados, sus enemigos me parece que son penosos, quizás se tendría que haber centrado solo en uno. Realmente de los secundarios quien queda mejor definido es un personaje que no aporta nada a la historia (Alondra).

El romance no ha tenido nada de especial porque no transmite nada. Aunque tiene su parte positiva y es que no es rápida, puede que lo parezca en las primeras páginas pero después se le da su tiempo.

Y con el transcurso de los años, los encantamientos, que no eran más que una mentira, me desencantaron profundamente.

En realidad, era algo muy sencillo: no quería que me olvidara de él cuando se hubiera ido.

Divisé un cuervo en el árbol. Pero ¿de cuál se trataba: del que debía anunciarme un peligro o de aquel que amaba?