El juego del príncipe

Título: El juego del príncipe (2/3)

Autora: C.S. Pacat

Editorial: Oz

Páginas: 297

Sinopsis:

Para conseguir la libertad, deberá salvar a su peor enemigo.
El regente de Vere está decidido a acabar con su sobrino, el príncipe Laurent, y planea hacerlo declarando la guerra a la nación enemiga de Akielos, un conflicto que arrasará los dos reinos. Tras conocer esto, Laurent y su esclavo, Damen, viajarán a la frontera con el fin de detener la terrible conspiración que podría acabar con sus vidas.
Damen se sentirá cada vez más atraído por el letal y carismático Laurent, pero ¿durante cuánto tiempo podrá mantener oculta su verdadera identidad? El nuevo fenómeno mundial de la fantasía épica.

Opinión:

Increíble. Soy adicta a esta historia. Aún no me recupero de cierto capítulo.
Siempre había tenido entendido que esto era homoerótica, pero es mucho más que eso por las conspiraciones políticas. Y las escenas de sexo nada tienen que ver con lo que vimos en el primer libro. Aunque decir que es fantasía épica, como dice la sinopsis, quizás es pasarse un poco porque te puedes hacer una idea que no es. Es fantasía, sí, pero el peso de la historia está en la relación y los personajes.

La de giros que hay, en serio. Es que de un momento a otro cuando menos me lo esperaba cambiaba TODO. Estas historias bélicas a veces se me hacen pesadas pero no es el caso porque lleva muy buen ritmo. Hasta el entrenamiento de la tropa de Laurent que está dividida, algo necesario para ver cómo los cambian, se pasa rápido. En este libro cambiamos de escenario ya que ahora los personajes viajan.
Me han encantado las persecuciones, tener a los protagonistas juntos en sus misiones, como debe ser, y las estrategias que planean. Supera a la primera. Esta novela ha hecho que ya no vea las cosas como antes y muchas escenas tengan otro sentido.

No es solo que me guste la historia y la relación de los protagonistas. Es que los personajes son maravillosos. Laurent es un personaje al que hay que quitarle capas. Habla con los silencios. No es capaz de sacar lo que lleva dentro pero lo sabes, aunque él no lo cuenta se deja caer en las conversaciones y en sus actos, yo no podía evitar sufrir. Y además me encanta su inteligencia y cómo lo hace para estar en todo y pensar en todas las posibilidades. Y Damen destaca por su cambio, pasa de ser un soldado, alguien que solo está hecho para luchar por su reino, a ver que hay más de lo que le han enseñado.

Pero hay otro personaje más que destaca: el enemigo de los protagonistas.  Es alucinante porque apenas sale en esta novela y es cuando más lo he aborrecido. Es que sin estar notas su presencia en todas partes. El odio que le tengo por lo que ha hecho.

He sufrido mucho con la relación de los protagonistas. Es muy tormentosa por todo lo que hicieron los dos, pero se crea un vínculo especial entre ellos cuando se conocen de verdad porque aprenden el uno del otro. Damen sabe cómo tiene que tratar a Laurent cuando este no está bien. Y Laurent siempre escucha a Damen cuando le quiere ayudar. No es solo la atracción y la tensión sexual que hay entre ellos, y ya de paso ver las reacciones de Laurent ante lo fuerte que es Damen, es que se valoran y aprecian cómo es el otro.

Si de algo me arrepiento es de no haberme puesto con el segundo nada más terminar el primero porque pasé a otras lecturas, aunque no tardé mucho en remediarlo porque me quedé con las ganas. ¡Vaya vicio! Ahora sí voy directa a por el tercero. Quería que esta saga me durase más pero ya no puedo aguantar sin saber qué pasa.

El final, al igual que el del primero, es como terminar un capítulo. No es que lo corte en la parte más importante pero aun así consigue que no pueda parar de leer y quiera más.

Si había algo que Laurent sabía era cómo provocar a alguien hasta ponerlo furioso, y luego, comenzar a explotar la emoción.

—Si creyese que has hecho eso, te ataría a un poste y te azotaría hasta que la parte delantera de tu cuerpo estuviese igual que tu espalda.

Era como estar cautivado por un arbusto con espinas y disfrutar de su pinchazo. Un segundo más y diría algo igual de ridículo.