Título: El priorato del naranjo
Autora: Samantha Shannon
Editorial: Roca
Páginas: 861
Sinopsis:
La Casa de Berethnet ha
gobernado Inys durante mil años. Aún sin casar, la reina Sabran IX debe
concebir una hija para proteger a su reino de la destrucción. Pero los
asesinos cada vez están más cerca. Ead Duryan es una intrusa en la
corte. A pesar de que se ha posicionado como dama de compañía, es leal a
una sociedad oculta de magos. Ead vigila a Sabran, protegiéndola en
secreto con magia prohibida.
Al otro lado del mar oscuro, Tane ha entrenado toda su vida para ser una jinete de dragón, pero se ve obligada a tomar una decisión que podría romper su vida en añicos. Mientras tanto, el Este y el Oeste siguen divididos. Cada región tiene una religión diferente basada en los sucesos acaecidos mucho tiempo atrás. Los que adoran a los dragones, los que los detestan y quienes adoran al Sin Nombre aparentemente nunca se pondrán de acuerdo. Y las fuerzas del caos se despiertan de su letargo y parecen estar a punto de llegar.
Al otro lado del mar oscuro, Tane ha entrenado toda su vida para ser una jinete de dragón, pero se ve obligada a tomar una decisión que podría romper su vida en añicos. Mientras tanto, el Este y el Oeste siguen divididos. Cada región tiene una religión diferente basada en los sucesos acaecidos mucho tiempo atrás. Los que adoran a los dragones, los que los detestan y quienes adoran al Sin Nombre aparentemente nunca se pondrán de acuerdo. Y las fuerzas del caos se despiertan de su letargo y parecen estar a punto de llegar.
Opinión:
El priorato del naranjo es worldbuilding. Tengo fichada la saga de esta autora, pero llevaba tiempo queriendo leer esta novela por las buenas opiniones que tenía y como es autoconclusiva me he puesto con ella. Aunque es un tocho y se nota que es larga.
No suelo leer fantasía épica a este nivel, con tanto detalle, y me ha gustado lo que me he encontrado aunque al final es solo eso, descripción del mundo que crea la autora más que historia y personajes. Hay muchísimos lugares y personajes, por algo tenemos al final un glosario y un índice de unas veinte páginas. Lo bueno es que desde el comienzo la historia no me ha resultado difícil de seguir, era fácil quedarse con los personajes más relevantes porque cada vez que se nombraban explicaba de nuevo quiénes eran. Con los antepasados de los personajes ya era más complicado quedarse, pero tan solo se nombran para contar sus historias. Y es que este es un libro lleno de leyendas e historias que se van narrando a lo largo de las más de ochocientas páginas que tiene. Todo para conocer este mundo y cómo han llegado a las religiones que tienen y que separan unos reinos de otros.
La construcción del mundo está muy trabajada, a través de los personajes que no paran de viajar de un lado a otro vamos conociendo los reinos. Ha sido un punto positivo que a pesar de haber tanto viaje no se llegan a hacer largos, lo único que sí, llegan a un sitio y a las pocas páginas ya están yendo a otra parte. Es describir este mundo. Todo esto nos lleva poco a poco a conocer el origen de la amenaza que les acecha.
En cuanto al ritmo, es un tanto lento por eso, por la cantidad de historias que nos va contando de muchos personajes, pero los pequeños giros que hay le han venido muy bien. Porque hay momentos en los que le sucede algo inesperado a algún personaje y cambia lo que tienen que hacer.
Tenemos dragones, piratas, intrigas palaciegas, política. Por momentos era una cosa u otra. Algo así también pasaba con los personajes desde los que tenemos punto de vista, que son cuatro. Aunque para mí la protagonista ha sido Ead, ya que de los otros hay capítulos y capítulos en los que no sabemos mucho qué es de ellos. Tampoco es que los echase mucho en falta. Se podría decir que ese ha sido el fallo en la historia, en los personajes y las relaciones. Y no por ser personajes planos, simplemente no me han calado. Tané, la aprendiz de jinete de dragón, tenía un punto muy interesante que aportar cuando parece que lo está perdiendo todo, pero se queda en echar de menos a una persona y poco más. La historia de Niclays no me conmueve, y Loth parece adquirir interés en un personaje, pero no me dice mucho. Son personajes necesarios por lo que van haciendo y lo que consiguen para enfrentarse a la amenaza que tienen encima, pero hasta ahí. Ead es de la que tenemos más como personaje que lucha por conseguir su objetivo.
Un punto que no me convence es que se repite mucho el temor que tienen todos al regreso de la criatura que amenaza al mundo. No me suele gustar mucho esto, más que nada porque suele pasar que una vez que se llega al punto en el que pasa todo parece que se queda en poca cosa. Por eso cuando me estaba acercando al final de la historia y notaba que me estaba quedando sin páginas, me temía que fuese a ser una decepción. No lo ha sido, pero es un final un tanto normal. Para todo lo que se les venía encima me pegaba algo más épico.
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