martes, 13 de septiembre de 2016

Frases





Hoy la entrada va a ser de las frases que apunté de Una estrella en mi jardín de W. Davies. Tengo muchas pero esta vez las voy a dejar todas en una entrada, prefiero hacerlo así.




Él sabía mucho de todo, aunque su madre solía decir que quien sabe mucho de todo, en realidad, no sabe nada de nada. En cualquier caso, una elección deja de ser elección en cuanto no hay más opciones posibles.
--- 

Una estrella en mi jardínCharlie nada más quería ser otro, el único problema es que Charlie era irremediablemente Charlie. Y entonces empezó a pensar si él era realmente él, si no era producto de las circunstancias, de la vida. Si su verdadero yo estaba encerrado dentro de él, atado de pies y manos por toda la educación que había recibido, por los palos que se había llevado y las lágrimas que había derramado, por las rocas con las que había tropezado. En realidad, nadie es quien es, la mayoría somos quienes nos han enseñado a ser. ¿Sería, acaso, otro Charlie de haber vivido otra vida? Claro que si hubiera vivido otra vida, no sería Charlie.
---

En ocasiones, las palabras se tornan pesadas y es mejor no utilizarlas, momentos en los que hay más palabras en un silencio de las que jamás podrías pronunciar.
---

 Puede que no fuera exactamente así, pues en realidad no lo recordaba demasiado bien, pero le gustaba la idea de un mundo al revés. Un mundo donde las lágrimas entraran en los ojos, donde los besos precedieran a las palabras, donde las rosas acabaran por ser semillas, donde cayeras antes de saltar y saltarás después de caer. En ese mundo todos tendrían miedo menos ella, sería la única normal dentro del colmado de rarezas. Aunque si lo pensaba bien seguiría siendo la diferente, la que desentonara. Hasta en un mundo al revés estaría condenada.
---

Y Charlie se sintió triste, porque Alicia tenía miedo de lo único que era capaz de espantar al
miedo: la compañía.
---

No tienes nada que esconder, y eso hace que te admire. Me dejas conocer lo peor de ti y no
eres de las que engañan con una sonrisa.
---

Entonces yo plantaré estrellas en tu cielo y tú flores en mi jardín.
Me gusta esto dijo ella, refiriéndose a todo y a nada.
Podría quedarme a vivir en tu cara.
---

No podemos, entonces, decirle <<Felicidades por sonreír>> porque no sabemos lo que hay detrás; solo sabemos lo que vemos y eso es como no saber nada.
---

Es como yo. Puede que ya no tenga cara de cerdo, pero aunque ya nadie pueda verla, seguro que la siente. Se mirará al espejo y se verá como era antes, tendrá amigos sabiendo que solo están ahí porque ya no tiene cara de cerdo. Puede que a veces se le olvide, pero siempre tendrá la cara de cerdo planeando sobre sus pensamientos. Se encogió de hombros. Mi miedo nunca podrá desaparecer porque siempre lo tendré presente aunque ya no lo sienta, ¿entiendes? Puede que algo importante te abandone, una cara de cerdo o el miedo, pero tú nunca te abandonarás porque siempre lo recordarás. Y eso es básicamente como si nunca desapareciera. Que nadie lo vea, o que no lo sientas, no significa que no esté.


¿Os ha gustado alguna? ¿Habéis leído la novela?

1 comentario:

Perdida en mis libros dijo...

¡Hola! Me encanta tu blog, ya te sigo (:
Espero que te pases por el mío: http://lostinourbooks.blogspot.com.es/
Besos (-: