lunes, 4 de julio de 2022

Cero se repite siempre

 Cero se repite siempre (Invasiones Nahx, #1)
Título: Cero se repite siempre
Autora: G.S Prendergast
Editorial: Océano Gran Travesía
Páginas: 455
 
Sinopsis:
 
Esta novela de ritmo vertiginoso sobre una invasión de criaturas asesinas y una chica que lucha por su vida en el fin del mundo, es la mezcla perfecta de Frankenstein con la mejor literatura apocalíptica de ciencia ficción. OCTAVO es un soldado de bajo rango del ejército Nahx carente de voz propia, pero sabe cuál es su deber: proteger a su compañera, y dejar que sea ella quien dispare, quien mate a los humanos. RAVEN es una chica de dieciséis años de edad que está en un campamento de verano cuando ocurre la terrible invasión de los Nahx. Aislada en el bosque, Raven sólo puede esperar el rescate, pero un alienígena asesina a su novio y ella se oculta para evitar sufrir el mismo destino. Arrojados en un mundo violento y desconocido, Octavo y Raven son presa del odio y el miedo. Pero cuando Raven es gravemente herida, y Octavo abandona su unidad de asalto, su supervivencia dependerá de la confianza que puedan depositar el uno en la otra.
 
Opinión:
 
Otra saga más post-apocalítpica. Una que ha empezado bastante bien. Estas historias suelen ser siempre lo mismo, un grupo de chicos que tiene que sobrevivir, tema que me llega a cansar cuando consiste todo en viajar y conseguir suministros. Y sí, esta sigue bastante ese camino. Pero lo que me ha gustado es que los personajes han dado bastante de sí, no para bien, pero ha sido una buena lectura que cada vez me gustaba más.
 
Se presenta una historia en la que nuestra protagonista se enfrenta a una invasión extraterrestre y se encuentra con que de un día para otro estos seres han invadido el planeta, llenándolo de muerte y destrucción y provocando que su vida cambie. Se narra todo rápidamente y enseguida nos quedamos con lo típico de sobrevivir. Pero a la mitad la historia cambia bastante, que era lo que esperaba, y se centra más en los personajes. 

En un principio tenemos una protagonista que parece buscar venganza, pero enseguida eso pasa al olvido. Raven es un tanto cambiante. A veces actúa con lógica, a veces es justa pero en otras ocasiones supongo que se entenderá ella misma. Esto también me ha pasado con algún otro personaje, que de repente se estaban peleando sin que hubiera pasado nada o resulta que no se soportan porque sí. Chocaba, pero lo cierto es que esto ha funcionado bastante bien para que la historia mantenga el ritmo. Pasa por distintas fases y lo mismo Raven está cagada por lo que está pasando con el planeta como que de repente se vuelve muy valiente. Y también se siente mal y se arrepiente de cosas que hizo en su antigua vida normal.

Tenemos capítulos narrados por Raven pero se alternan con los de Octavo, el Nahx, aunque estos son más cortos. Los Nahx solo se comunican por señas, menos mal que desde los capítulos de Raven ella iba explicando lo que decía porque si no como para entenderle. Este personaje en un principio con tanto decir lo defectuoso que es me estaba hartando, pero hay cosas de él que se van entendiendo una vez que se acerca el final de la historia y han hecho
que vea esas partes de otra manera. 

Siendo el primer libro de una bilogía ha dado bastante de sí, no se queda en introductorio, hemos tenido acción y también la protagonista va averiguando algunas cosas que ya me veía venir. La historia se centra en intentar buscar más supervivientes a la invasión y averiguar más sobre los Naxh. A esto último es a lo que más se dedica Raven teniendo que estar con uno tanto tiempo. Se forma una relación entre los enemigos, de temor hacia el Naxh y también de entendimiento. Más que amor-odio la definiría como de dependencia con sus dosis de posesividad. 

Tiene acción y esto estaba muy bien porque evitaba que la historia se volviese monótona. Además tiene pequeños giros que mantenían el ritmo muy bien. Hacia el final se pasa de una cosa a otra como muy rápido, y hasta me quedaba pensando qué necesidad tenían los personajes de hacer eso, pero le daba vidilla a la historia.

 
No tengo una seña para perdonar, pero inventaré una.
 
 

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