Escarcha como noche

 

Título: Escarcha como noche (3/3)

Autora: Sara Raasch

Editorial: Del Nuevo Extremo

Páginas: 462

Sinopsis:

(Aviso: tiene spoilers de los anteriores libros)


Meira hará cualquier cosa para salvar su mundo. Con Angra tratando de romper sus defensas mentales, ella necesita desesperadamente aprender a controlar su magia; por eso, cuando el líder de una misteriosa orden de Paisly ofrece enseñarle, acepta la oportunidad. Pero la verdadera solución para detener la Decadencia se encuentra en un profundo laberinto debajo de los Reinos Estacionales. Para derrotar a Angra, Meira tendrá que entrar en el laberinto, destruir la magia que está aprendiendo a controlar y hacer el mayor de los sacrificios. Mather hará cualquier cosa para salvar a su reina. Necesita reunir a los Hijos del Deshielo, encontrar a Meira y, finalmente, reconocer sus sentimientos. Pero con un plan de ataque que no deja a ningún reino indemne y una gran traición dentro de sus filas, ganar la guerra –y proteger a Meira– está cada vez más lejos de su alcance. Ceridwen hará cualquier cosa para salvar a su gente. Angra mató a su hermano, robó su reino y la hizo prisionera. Pero cuando ella es liberada por un inesperado aliado que le revela una chocante verdad sobre la trata de esclavos de Verano, Ceridwen debe tomar medidas para salvar su verdadero amor y su reino, aunque le cueste lo poco que le queda. Angra desata la Decadencia en el mundo y Meira, Mather y Ceridwen deberán juntar los reinos de Primoria... o perderlo todo.

Opinión:

Lo que esperaba cuando empecé esta saga no lo encontré en el primer libro pero sí en los siguientes. Aunque en este el nivel ha bajado, algo que he notado según se acercaba el final.

La historia empieza muy bien, enseguida estuve otra vez metida en Primoria ya que continúa donde acabó Hielo como fuego. Con alguna novedad como un punto de vista nuevo de otro personaje. Ceridwen es de los personajes que más me gustaron del anterior y tenerla a ella también contando parte de la historia me ha encantado. Lo de ir añadiendo puntos de vista libro a libro ha sido un gran punto positivo. 

No destaca por ser una saga con acción pero ha tenido sus partes, también otras para que los personajes reflexionen, y en este me he encontrado un par de giros aunque lo que le pasa a un personaje me lo podía esperar. Se puede decir que no sorprende pero no llega a ser totalmente previsible.

Lo que no me gusta tanto es el tema del final. No el final en sí, sino que durante muchas páginas se repetía una y otra vez cómo iba a ser el final y lo que pasaría. Creo que es un error hacer eso a no ser que sea un final impactante porque creas expectativas en el lector sobre lo que va a pasar. No hacía falta repetirlo tanto. Tenía intriga porque finalmente llegase para ver qué pasaba pero por momentos parecía que nunca llegaba. Y ha sido un final correcto, no puedo decir nada mejor porque ha sido fácil. Sin darle tantas vueltas a lo que pasaría yo creo que habría quedado mucho más contenta.

En cuanto a los personajes se mantienen como en el segundo libro, la única con la que mi opinión cambia un poco es Meira. Me parece una buena protagonista, pero me gustó más su punto de querer rebelarse en la anterior parte. Pero puedo entender que piense como lo hace. En cuanto a su punto de vista, que es la mayor parte de la historia, tengo que destacar las primeras páginas porque se estaban dando muchas explicaciones. Eso lo valoro mucho, hasta Meira se sorprendía de que por fin le explicasen todo.

La parte romántica no tiene mucho peso en la historia pero ahí está. Y me parece muy bien, otra cosa más que se mantiene. Ha conseguido algo que no es fácil y es que me haya olvidado de lo malo, lo del primer libro. Y me gusta que la autora haya sabido darle su tiempo a pesar de la situación en la que están los personajes. No solo me gusta la pareja principal, también hay otra de la que quería tener más y lo he tenido.


Ha sido una buena trilogía, mejorable en algunos puntos y con un comienzo flojo pero con muchas cosas buenas. Se me acabó el viaje por  Primoria.

—No eres lo que has hecho. La persona que eres ahora, en este momento, es quién tú eliges ser.

Podría hacer lo que hice últimamente con todo lo demás. Reconocerlo, sentirlo, y dejar que se pierda en el abismo: una presencia constante, pero no incapacitante.