La cadena de hierro

 

Título: Cazadores de sombras. Las últimas horas. La cadena de hierro (2/3)

Autora: Cassandra Clare

Editorial: Destino

Páginas: 716

 

Sinopsis:

 

Tras La cadena de oro llega esta segunda entrega de la nueva trilogía del universo de Cazadores de Sombras que nos sitúa Londres de época eduardiana. En este opulento escenario, parece que Cordelia Carstairs ha conseguido todo lo que podría soñar. Sin embargo, ella sabe que tras esa apariencia perfecta, su mundo se derrumba. Junto a James y Lucie, emprenderán una peligrosa investigación para dar con un peligroso asesino... mientras cada uno de ellos intenta proteger sus propios secretos.

 

Opinión: 

 

No sé si me ha gustado más este o el primero, pero lo que tengo claro es que a Cassandra Clare le encantan los personajes atormentados. Y lo que me gusta a mí lo mal que se lo hace pasar a ellos. 

Eso es lo que más me ha gustado de La cadena de hierro. Más que la historia en sí, los villanos y resolver quién está detrás de los asesinatos de cazadores de sombras. Pensé que me costaría meterme de nuevo en la historia por el tiempo que ha pasado desde que leí el primer libro, pero fue empezarlo y ya estaba metida dentro con sus personajes.

Al principio la historia carece de acción, se centra todo en relatarnos la nueva vida de Cordelia y James con los eventos sociales a los que asisten, hasta que empieza el tema de los asesinatos y vamos teniendo más de otros personajes, de los amigos de los protagonistas...y algunos no tan amigos. La verdad es que me esperaba tener más de los secundarios, comparando con otras sagas de Cazadores de sombras en las que los secundarios casi no lo son, en esta se me ha hecho raro que no hayan ganado mucho más protagonismo. Es más, más que James la gran protagonista se nota que es Cordelia, se adentra mucho en su psique, con todo lo que está pasando y cómo afronta su nueva vida y la mentira que tiene que mantener. Con Grace también pasa, en este libro la entendemos mucho mejor, es un personaje bastante complejo, que podría ser odioso en cierto modo por lo que hace, pero que también acabas comprendiendo, aunque siga teniendo su parte de culpa por no parar en lo que hace. 

La verdad es que con las primeras páginas hasta me estaba preguntando dónde estaban los secundarios. Pero cuando por fin vamos teniendo más de ellos desde luego sus tramas no decepcionan. Vemos avances en las relaciones y lo mejor es que esto sucedía cuando no me lo esperaba, cuando creía que aún faltaría mucho para que ocurriese algo me lo daba. Eso sí, para atormentarles después.... pero me encanta cómo la autora lleva todo esto, de manera que te deja queriendo más y más y llamándola cruel por lo poco que dura lo bueno. Te da para quitártelo.

En cuanto a la historia, hay ciertas partes en la lucha contra los villanos y ciertos aspectos como las visitas que hacen al mercado que es como que ya las he leído unas cuantas veces en otras de las sagas, pero sigo disfrutando. No hay demasiadas sorpresas o giros, pero sí que avanzamos y vamos obteniendo respuestas. En cuanto a los malos, me parece más temible uno que aparece menos que del que tenemos más, aunque en cierto modo sigue estando. Hay personajes grises y otros llenos de matices, que hacen cosas odiosas pero entiendes que lo que les ocurre les lleva a ciertas acciones aunque no sean correctas. Hasta con los personajes que se supone que son los buenos ves que están haciendo cosas que no hay que hacer.

Y la parte final, es que es para atormentar más a los personajes, que sufran, y para que disfrutemos con eso. Math con sus secretos y lo que oculta a sus amigos, esa Anna que tiene como una coraza y Alastair, que sigue siendo el que más me gusta, aunque tengamos poco de él, o será que yo veo poco porque quiero más. Sí, estoy enganchada a los personajes de esta saga.

 

(...), patrullabas solo por la noche porque te gusta lo que es peligroso o lo que es insano para ti. Yo no seré ninguna de esas cosas.

 

Había pensado que no era amor precisamente porque sí lo era.

 

—Hemos hablado tanto de viajes, que quería darte el mundo.

 

—Todos tenemos derecho a sentir dolor, James, y a la infelicidad. (...) Pero la verdad es que la pena es ágil y leal. Siempre te sigue.